06jul11 / León Krauze entrevista al presidente Felipe Calderón


En Foro TV, León Krauze presentó la primera parte de una entrevista pregrabada con el presidente Felipe Calderón:

Krauze.-  Quisiera comenzar regresando a los Diálogos por la Paz. ¿Cómo se preparó anímicamente? Digamos, las horas previas, ¿Cómo se prepara uno anímicamente para un momento así?

Calderón.-  Bueno, fue un momento difícil y, evidentemente, una preparación difícil, ¿no? La primera decisión que había que tomar era si se dialogaba o no, y yo tomé esa decisión cuando la marcha salió de Cuernavaca.

A mí me parece que Javier Sicilia es una persona, pues muy interesante, admirable, por varias razones, y desde siempre quise dialogar con él porque me queda clarísimo que tiene él una… pues una causa de mucho dolor, de mucha indignación y muy justificada.

Había escuchado sus razones, había leído sus escritos, había tratado de seguir sus exigencias, sus consignas, las de la gente que lo rodeaba, alguna vez había platicado con él aquí en Pinos, con su gente más cercana.

Y desde que salió la marcha tenía ganas yo de dialogar con él. Sé que era imposible dialogar en el Zócalo, recuerdo alguna historia, algún cuento corto de un libro de Carlos Fuentes en la que describe precisamente una manifestación que amenaza convertirse en un baño de sangre y finalmente sale el Presidente que aparece en la historia y habla con los manifestantes en el Zócalo, ¿no?

Bueno, pues no pensaba hacer eso. Además creo que había mucha irracionalidad y poca cordura y poca disposición a escuchar de mucha de la gente que iba con él, pero yo estaba seguro que él si tenía disposición de escuchar, como yo la tenía. Y ésa fue la primera decisión. Decidí invitarlo a platicar y le envié una carta y publiqué esta posición del Gobierno. Le pedí a mi oficina de Comunicación que publicara la posición nuestra de que dábamos por bienvenida la marcha y que lo invitaba a dialogar.

Luego, de ahí se vino generando la exigencia que fuera un diálogo público, que fuera abierto, que fuera con cámaras, que fuera con testigos, en fin, se fue complicando. Yo no sé por qué para dialogar hay que poner tantas cosas y tantas condiciones.

Y lo que hice fue tratar de seguir, y de entender sus argumentos. Y en ese tenor yo mismo fui tratando de construir mis propios argumentos en función de lo que se estaba discutiendo, ¿no? Y fue así como me preparé.

Krauze.- En ese intercambio, que ya es histórico, entre usted y él, diálogo, el intercambio del perdón que estuvo tan lleno de emoción. ¿Qué recuerda haber sentido en ese momento?

Calderón.- Bueno, primero preocupación, ¿no? Cierta tensión, evidentemente no es fácil. Segundo, ya estando ahí, y después de verlo a la cara, de saludarlo, sentí ya más tranquilidad. Y pues el diálogo se fue desarrollando, a medida que él hablaba iba yo tomando notas, no recuerdo si en mi libreta o en mi computadora, seguramente en la computadora porque para mí es más fácil y más rápido escribir ahí. Y de cada cosa que decía, buscaba realmente, trataba de hacer un ejercicio genuino en qué tenía razón, en que no tenía razón y cuál era, digamos, la solución hacia adelante, ¿no? Eso era básicamente lo que sentía.

También mucha emoción porque fue un encuentro muy emotivo. Los testimonios de las víctimas fueron muy poderosos, muy emotivos, era imposible no conmoverse con ellas. Y fue un encuentro no sólo de razones sino de emociones. Y finalmente eso fue, quizá, lo que lo hizo a su vez más valioso.

Krauze.-  ¿Usted diría que fue un parteaguas emocional para usted en ese contexto, digamos, en estos años? Así hay quien lo vio incluso…

Calderón.- Pues no sabría describirlo así, León, probablemente sí. Lo que pasa es que ha habido momentos tan duros o tan emocionalmente fuertes en ese tema que es difícil decir cuál ha sido más… Bueno, pero evidentemente este fue mucho más importante que cualquier otro y en un contexto dialogal que no se había podido tener en otras ocasiones, al menos no públicamente, y sí, en ese sentido fue un encuentro que si permitió abrir horizontes y perspectivas distintas.

De hecho, la preparación misma, al ver yo que estaba concentrado él en las víctimas, en darles nombre, en darles rostro, en sacarlas de las cifras y ponerlas en un contexto de lo que son personas, seres humanos, para mí también fue una dinámica que me pareció convincente, genuina, ¿no?

Krauze.-  Déjeme hurgar un poco más, por último, en lo personal. Esa noche, usted y la primera dama ¿qué se dijeron? Es decir, ¿cómo digirieron ese momento ambos, como pareja?

Calderón.-  Bueno, estuvimos todavía con Margarita platicando, después del encuentro nos vinimos aquí a Pinos, vinimos juntos. Estábamos muy emocionados, muy conmovidos, muy contentos también porque pensamos que las cosas habían salido bien.

Pero a la vez había citado yo a varias de las víctimas que habían hablado ahí aquí en Pinos. Entonces estuve hablando con ellas, pues no sé, después del encuentro hasta las 4:00 o las 5:00 de la tarde junto con Margarita, en fin. Pero básicamente eso. ¿no?, que había que poner mucho más atención a las víctimas, que habían salido bien las cosas, que qué bueno que habíamos dialogado, que había sido un riesgo muy alto pero que valió la pena correrlo, y que lo que tenemos que hacer es tener un enfoque mucho más institucional y mucho más sensible y mucho más humano con las víctimas que, la verdad, no lo habíamos tenido suficientemente.

Es cierto, algunas de ellas, por ejemplo, la mamá de los cuatro muchachos que habían asesinado, dos en Guerrero y dos en Veracruz, ya la había recibido Margarita, y Margarita había hecho gestiones con la Procuraduría General de la República, etcétera. Pero, evidentemente esas gestiones pues no habían terminado de prosperar, ¿no? Entonces pues había que hacer un esfuerzo institucional mucho mayor para atender a las víctimas ¿no?

Krauze.-  En el Consejo de Seguridad luego usted pone, digamos, el énfasis ahí, subraya esto. ¿Usted cree que los gobernadores han tenido también ya este golpe de realidad, como usted lo tuvo en los «Diálogos por la paz»?

Calderón.- No lo sé. Yo no quisiera juzgarlos. Lo que sí es muy importante es que, de acuerdo con la ley, cada homicidio que se cometa debe ser investigado por el Ministerio Público competente; y en nuestra legislación el homicidio es un delito del orden común, es decir, se investiga en las procuradurías estatales, y ya dependiendo de los elementos del delito que averigüe la propia autoridad se verá si la competencia alcanza al orden federal o no.

Pero, por lo pronto, el levantamiento del cadáver, de las evidencias, la preservación de la escena del crimen y el inicio de la averiguación misma, es muy importante que la hagan las procuradurías estatales. Y es en ese preciso momento cuando se debe buscar que no se masifique, que no se pierda la persona misma que haya fallecido, independientemente de si ha sido alguien que pertenecía a una banda o no, o una víctima inocente, que son las que más duelen, independientemente de eso, es ahí donde tenemos que hacer un esfuerzo extraordinario, que no lo hemos hecho suficientemente para personalizar a esas víctimas, ¿no?

Krauze.-  Déjeme cambiar de tema para hablar un poco de política. A usted le gusta la estrategia electoral, todos sabemos que le gusta la estrategia electoral. ¿Le preocupa que, de acuerdo con resultados recientes, los jóvenes, los primeros votantes no están favoreciendo al PAN?

Calderón.-  Sí, sí me preocupa. Sí me preocupa porque… más que al PAN o no, en primer lugar estoy… interesado en saber qué piensan ellos de la política y de los partidos. Y también caigo en una realidad, que yo creo que vamos cayendo todos, de que los jóvenes, que deben de ser la mayoría, deben estar llegando cada año a la edad de votar por lo menos… pues alrededor de un millón, ¿no?

Krauze.-  Así es.

Calderón.-  Y después de que el PAN ganó en el año 2000, han transcurrido once años, estamos hablando de 11 millones de votantes nuevos que van cumpliendo 18 años, más los que se acumulen en el próximo año.

Krauze.-  Y que no conocieron otro gobierno más el PAN.

Calderón.-  No conocieron otro gobierno… no sólo eso, en los últimos años del gobierno del presidente Zedillo, fueron años realmente de transición. Yo creo que la crisis del ’95 al 2000, fue toda una transición política, ¿no? Porque la sociedad fue sacudida por ese golpe brutal en los bolsillos de muchos mexicanos, y eso cambió la percepción de la política de muchos.

Entonces, estamos hablando de quince años, varias generaciones de jóvenes que no conocieron la realidad política que era autocrática, mucho tiempo muy represiva.

Krauze.-  ¿Crecieron con cierta comodidad, podríamos decir?

Calderón.-  Pues comodidad no creo, pero sí vivieron una realidad totalmente distinta. El único referente de Gobierno que tienen esos jóvenes es el PAN, y evidentemente en una situación en donde México ha sufrido mucho. México ha sufrido otra vez una crisis económica brutal, para acabar pronto, la peor crisis económica que recuerde cualquier persona viva, salvo los muy mayores, no sé quien pueda recordar, honestamente, la crisis del ’29, mi mamá nació en el 23, evidentemente no se acuerda de ello, ¿no? Tiene 88 años y… La peor crisis económica que ha habido en el mundo le tocó vivir a esta generación, y en México nos pegó muy fuerte.

Y evidentemente el problema de la violencia ha causado cierto desánimo, desolación y desesperanza, que ha… probablemente agotado la capacidad de esperanza o de confianza de los jóvenes en las opciones políticas, entre otras el PAN.

En consecuencia, sí, sí me interesa mucho saber mucho el por qué, creo que por lo que te explico, es una de las razones, quizá, que expliquen este fenómeno, sino, y sobre todo, cómo puede verdaderamente ganarse la confianza de tantas generaciones de mexicanos.

Krauze.-  Uno tiene la impresión de que la clase política de pronto está tan obsesionada con la persecución del poder que eso también termina por alejar, digamos, a la juventud. Y aquí es donde quiero meter a la mezcla a este nuevo PRI ultrapragmático, el PRI siempre ha sido pragmático, pero este PRI es ultrapragmático, ha aprendido que no le gusta perder.

¿Usted está de acuerdo en esta lectura, en que las elecciones estatales de últimas fechas revelan, digamos, características negativas de la democracia mexicana? Es decir, ¿hay peligros en la democracia a escala estatal? ¿Usted la detecta ahora?

Calderón.-  Evidentemente hay elementos que nos debieran preocupar a todos, uno muy evidente del pasado domingo fue el abstencionismo, un abstencionismo brutal, digo, en el Estado de México creo que el abstencionismo superó con mucho en más de la mitad…

Krauze.-  Fue como el 57 por ciento.

Calderón.-  Casi el 60 por ciento de abstención en el estado más grande de la República, creo que eso debiera ser preocupante para todos. con un despliegue de recursos inusitado, no digo que esté bien o mal, en realidad eso no me toca juzgarlo a mí, pero evidentemente fue un despliegue de recursos enorme en sociedades que tienen una problemática económica muy puntual.

Me preocupa, y no lo digo por un partido, sino en general en todos, cierta mercenarización de la política, ¿no?, es decir, que no se pueda hacer nada si no es a base de dinero y de cosas que pues en mis tiempos, digamos, no era así.

Y cuando yo entré a la política y cuando militaba más activamente en la estructura o en la vida del PAN, en la vida partidista, pues había mucho mayor ilusión, había ideales, había una gran generosidad. Y bueno, pues las cosas han cambiado ¿no? Ahora ciertamente prevalece el pragmatismo, eso no es en sí mismo criticable, pero yo creo que lo que hace falta también son muchos ideales y muchas ilusiones, ¿no?

Y creo que la capacidad de levantar o suscitar esperanzas se ha sustituido en gran parte por una capacidad mercadológica pues abrumadora, ¿no?

Krauze.-  Ahora, a quien le quede el saco de eso, ¿moralmente se vale perseguir el poder así? No legalmente, ¿moralmente, en un país como México se vale perseguir el poder con esos…?

Calderón.-  Lo que pasa, León, es que no quisiera yo ser… erigirme como juez moral de nadie, ¿no? Yo creo que cada quien puede sacar sus propias conclusiones, a mí en lo personal no me parece que sea lo mejor, no me parece que sea lo correcto. Pero yo aprendí que la política era gestión del bien común y creo que no está bien, si quieres verlo éticamente, no está bien simplemente vaciar la política de su contenido real y todo convertirlo en un juego muy pragmático de mercadotecnia muy poderosa y pues de vacíos bien armados, déjame decirlo así, ¿no?

Pero bueno, finalmente esa es la realidad. Y si una opción política no es capaz de construir mejores opciones que la otra, pues por muy criticables que sean las opciones de la otra opción política, si gana, pues no sólo es por sus propios defectos, sean legales, éticos o simplemente académicos, como los podamos percibir, sino también es por las insuficiencias de los otros, ¿no?

Krauze.-  ¿El asunto generacional usted cree que pueda pesar? Es decir, que un candidato sea, incluso más joven que los otros candidatos. Aparentemente en el Estado de México esa lectura se repite una y otra vez, Ávila es un hombre más joven, los otros no lo son tanto, ya habían sido candidatos 18 años antes. ¿Pesará eso?

Calderón.-  Yo creo que sí cuenta, definitivamente. Más que la edad de los candidatos es… lo que refleja es, y hablo en el caso de mi propio partido, la incapacidad de renovar liderazgos en 18 años.

A mí me parece Luis Felipe Bravo una gran persona, tanto es así que fue mi colaborador cercano mucho tiempo, yo fui colaborador de él, fue presidente del PAN después de mí, fue mi jefe en ese sentido. Pero creo que el hecho de que no haya liderazgos capaces de asumir un reto tan desafiante mejores que él 18 años después, pues es un dato preocupante, ¿no? O que habiéndolos no hayan querido asumir esa tarea, pues eso no mejora nada, ¿eh? La verdad es que son cosas que tienen que revisarse muy, muy a fondo en el PAN y creo que en toda organización política partidista, ¿no?

Krauze.-  Por la razón que sea parece que el PRI ahora después de las elecciones le tiende la mano al Gobierno y dice: «Bueno, ahora sí, ahora sí vamos con las reformas». ¿Usted va a responder a ese llamado?

Calderón.-  Sí, por supuesto, bueno, y lo hago ahora. La verdad es que me parece bueno para el país que se haga ese llamado y con mucho gusto el Gobierno reitera su disposición para impulsar las reformas estructurales que le hacen falta a México. Y celebro, veo bien que pasado el proceso electoral haya en el partido que ganó ese proceso electoral local, la disposición que tanto hace falta que impulsó reformas al Congreso. Así que bienvenida esa expresión de voluntad y vamos a hacer la reforma.

Krauze.-  ¿Entonces este es un año productivo de aquí a…?

Calderón.-  Tiene que ser, tiene que ser un año productivo.

Krauze.-  ¿A pesar de que nos tienen acostumbrados a que en tiempos electorales es tan difícil producir en México?

Calderón.-  Pues a pesar de eso, pero la verdad es que a México ya se le acabó el tiempo. La verdad hemos perdido mucho tiempo. Hemos hecho reformas importantes, es algo que hay que aquilatar; sin embargo, también hemos perdido mucho tiempo en el «espérame tantito» de los tiempos electorales, porque siempre hay tiempos electorales.

La verdad es que eso ya no le sirve al país como pretexto, como explicación, hay que hacer las reformas ya. Además tenemos un espacio de tiempo incluso antes del próximo proceso electoral nacional para hacer los cambios que hacen falta y ojalá haya esa disposición en el Congreso tal y como lo están manifestando sus dirigentes.

Krauze.-  Déjeme hablar un poco de coyuntura. ¿Usted reconoce ese pacto del que habla la maestra Gordillo? ¿Usted reconoce que ocurrió ese pacto tal y como lo plantea Elba Esther Gordillo?

Calderón.-  Mira, yo respeto mucho a la maestra, pero creo que hay varias cosas que precisar. Como he dicho en público y en privado, con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, tenemos una alianza abierta que es la Alianza por la Calidad Educativa. Y yo desde la campaña electoral del 2006, incluso, en alguna ocasión que tuve oportunidad de hablar con la maestra Elba Esther Gordillo, precisamente por mediación de Miguel Ángel Yunes, entonces, lo que hablamos fue eso.

Yo dije: «maestra, a mí realmente me interesa cambiar la educación en México, porque creo que es uno de los problemas torales». A la mejor no es el más sentido, a la mejor no es el más urgente en la percepción de muchos, pero es el más importante. Y para que México cambie tiene que cambiar la calidad educativa. Y es impensable. Lo dije ahora… lo dije entonces, porque lo pensaba entonces y lo digo ahora porque lo pienso ahora, es impensable cambiar en paz la educación nacional sin que haya una mínima voluntad y contribución de los maestros y de su organización sindical, que, dicho sea de paso, es la más poderosa de América Latina.

Eso fue lo que le comenté, que me interesaba la calidad educativa.

Alrededor de la maestra, de su capacidad de influencias, se había formado un partido político, que es el ahora, el Panal, el Partido Nueva Alianza, que tuvo su propio candidato, Roberto Campa, una persona por cierto a que aprecio, me parece una persona de una calidad… personal que estimo y pasada la elección, porque finalmente Nueva Alianza siguió ese curso, inmediatamente dialogué con la maestra para construir ese acuerdo.

Es un acuerdo por la calidad educativa, que implicó entre otras cosas, que yo como presidente de la República respetara posiciones o perfiles que le habían sido reconocidos o negociados, no sé, desde la administración anterior, ¿no? Finalmente, el hecho de que personas afines o por lo menos aceptadas por la maestra estuvieran en Lotería Nacional o en el ISSSTE, por ejemplo, era un acuerdo político que venía antes de mí y que yo, efectivamente respeté, León y respete en el entendido de que con la maestra Elba Esther Gordillo iniciaríamos las reformas estructurales importantes en el país.

Una muy importante, y en esto coincido con ella y con el propio Yunes, es la reforma del ISSSTE; es la reforma más importante para el futuro de México, por lo menos en términos de finanzas públicas, hacer una reforma legislativa que implique que un país ahorre un 30 por ciento del Producto Interno Bruto a valor presente, no es cosa menor; es una reforma en valor económico que implica, pues no sé, 30 años de reformas de IVA en alimentos y medicinas.

Y en ese sentido, creo que la maestra cumplió, asumiendo una actitud responsable con una de las reformas con las cuales ella misma se había dicho comprometida y la otra, en la que vamos avanzando y yo creo que bien, aunque es de los cosas que no se aprecian en un gobierno que está constantemente cuestionado, es la parte educativa.

Vaya, hacer la Prueba ENLACE, ser el único país en el mundo que hace una prueba para evaluar a sus alumnos en su referente de cómo va la educación a millones de alumnos como lo hacemos nosotros, meter a concurso las plazas de maestro, que ahí sí reconozco que en muchos países se hacen, pero hacerlo en México en este contexto, tan patrimonialista de los cargos públicos, especialmente de maestros, concretamente, que nos costó mucho; paros magisteriales en Morelos, en Michoacán, en Quintana Roo que se está haciendo en gran parte de la República, se está haciendo también gracias a que hay esta mínima disposición del SNTE de colaborar para ello.

Y me parece un salto estructural en la educación y ya vamos a llegar a cien mil maestros, ¿eh?, que concursan, 92 mil, es la cifra exacta.

El poder renovar escuelas, que les faltaba la barda perimetral, la cancha de básquet, la canasta, la portería, los baños de las niñas, no es mi tarea, por cierto, ¿eh? La educación se descentralizó en principios de los 90 y es tarea, el mantenimiento y la infraestructura escolar que le corresponde a los gobiernos locales, pero yo sé las condiciones deplorables en que están muchas escuelas y hemos arreglado 36 mil escuelas, y eso es por la Alianza por la Calidad Educativa.

Y todavía este año, dos reformas, León, muy importantes, que yo sé que a la propia maestra le han costado mucho trabajo, que es la reforma a la carrera magisterial, ¿por qué? porque hasta ahora sólo el 20 por ciento del ingreso extra del maestro es carrera magisterial, depende de si los alumnos aprendieron o no y eso lo estamos pasando del 20 al 50 por ciento.

Y el otro tema es la evaluación de los maestros; por primera vez se van a evaluar casi 800 mil maestros, cosa que nunca nadie se había atrevido a hacer en México, a mí me parecen avances importantes y evidentemente hubo acuerdos; ella planteó exigencias de participación en el gobierno que coincido que tampoco deben asombrar a nadie, me parece que forma parte de la política, en el sentido de preservar las posiciones que, afines a ella, en la administración pública.

Ahora bien…

Krauze.-  Y usted, ¿optó por respetar esos puestos?

Calderón.-  Respeté esos acuerdos pero además, con otra, cuando se han presentado vacantes, en donde la premisa para mí ha sido respetar la viabilidad de las instituciones, entonces, por ejemplo el propio Campa, por temas que no vienen a cuento ahora, sale de la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Seguridad Pública, entonces yo nombro, porque es mi facultad, al que era subprocurador, que es Juan Miguel Alcántara y así venimos funcionando.

Y lo mismo en el ISSSTE, a la salida de Miguel Yunes quedó una persona; Jesús Villalobos que incluso yo no conocía personalmente antes, pero por la referencia que tenía es que había sido de un desempeño eficiente en el ISSSTE y queda al frente del ISSSTE, ¿no?

Y donde además, incluso, en la propia Lotería, al salir el señor Yáñez, Benjamín González Roaro, a quien conozco, fui alguna vez compañero diputado de él, lo aprecio, pues él queda en la Lotería, y qué bueno que queda alguien como él y si además es alguien que también no genera inconveniente, ni tensión con la maestra Elba Esther Gordillo, pues, qué bueno.

Yo creo que la política es para eso, no es un reparto ni de cuotas, ni de botín, porque esos funcionarios sabes que su tarea primordial y única es responder por el buen manejo de las instituciones que representan.

Krauze.-  Hablando de eso, por último le pregunto; en estos dimes y diretes entre el señor Yunes y la maestra Gordillo, se habla de millones de pesos que van y vienen en maletas y demás, y de pronto uno, lo único que escucha de la Función Pública, por ejemplo, es silencio. ¿Qué tiene que hacerse cuando dos figuras de este calibre se acusan mutuamente de enviarse millones de pesos en maletines?

Calderón.-  Pues, por lo pronto, lamentarse que se dé un espectáculo así, pero en fin, yo lo lamento en ese sentido pero también en lo que toca al gobierno, lo que tenemos que garantizar es que ni un sólo centavo del erario haya sido utilizado indebidamente.

Esa fue mi instrucción, ha sido y será siempre a cualquier servidor público, sea director del ISSSTE, de la Lotería, o sea secretario de Estado, quien sea y esa instrucción se cumple, porque se cumple, León.

Y en el caso del ISSSTE, como bien señalaba también el licenciado Yunes, ha habido, vaya, miles de auditorías y qué bueno que las haya y una por una, cada auditoría tiene que responder a los criterios de eficiencia en la administración pública, no puede responder el ISSSTE a criterios de cuotas y creo que eso debe quedar claro; no es patrimonio de nadie, más que de los trabajadores al servicio del Estado y es su derecho el que ese dinero se maneje bien y es mi deber cuidarlo y por eso sea Yunes o quien sea, tiene y tendrá la obligación de que ese manejo.. ese dinero se maneje escrupulosamente y sea la maestra Elba Esther Gordillo o quien sea la que pida un favor, canonjía, lo que sea, eso no se puede hacer porque va contra la ley y mi exigencia, y espero que se haya cumplido y las auditorías demostrarán, que se haya cumplido, es que no se maneje eso, absolutamente nada en contra de la ley.

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