30abr13 El Universal, 8 col., SRE: eje con EU no debe ser seguridad


SRE: eje con EU no debe ser seguridad

El Universal, 8 col., Carlos Benavides

El tema de la seguridad no puede ser el único en el que basemos nuestra relación con Estados Unidos, tenemos que ser capaces de hablar de todos los demás elementos que nos vinculan, dice el canciller mexicano, José Antonio Meade, quien asegura que la visita que el próximo jueves inicia el presidente estadounidense Barak Obama a México servirá para que los mandatarios de las dos naciones pongan sobre la mesa los temas que buscarán desarrollar durante sus administraciones y pondrán un acento en la economía, la inversión y la generación de empleos.

El secretario de Relaciones Exteriores afirma que la reforma migratoria que impulsa el presidente Barack Obama podría sacar de las sombras a millones de mexicanos y beneficiará a los migrantes, pero también a Estados Unidos.

En entrevista con EL UNIVERSAL, en vísperas de la llegada del presidente Barack Obama a México, el canciller Meade asegura que Washington debe tener plena certidumbre de que el presidente Enrique Peña Nieto está comprometido con la lucha contra la delincuencia y el ataque estructural de la violencia generada por el crimen.

¿Cuál es la importancia de que el presidente Obama venga a México en este momento?

Es una buena coyuntura en dos sentidos. Empieza la administración del presidente Peña Nieto y empieza el segundo periodo de la administración Obama y es una buena oportunidad para marcar los temas que ambos presidentes habrán de tratar de desarrollar en sus administraciones, poner un acento en el diálogo para favorecer los temas económicos, de inversión, de generación de empleos, de oportunidades logísticas en el ánimo de hacer de Norteamérica una región muy dinámica y muy competitiva. Es bienvenida la coyuntura en la que se da el encuentro y mucho lo que de ambos lados se podrá aprovechar de la visita.

Se ha dicho mucho que se busca cambiar la narrativa y privilegiar otros temas sobre el de seguridad, como el comercio, economía, educación. ¿Por qué cambiar la narrativa?

Yo creo que hay dos datos, en realidad hay muchos, que apuntan a la importancia, la amplitud y la dimensión de la relación: la relación comercial entre México y Estados Unidos implica un comercio de más de un millón de dólares por minuto y tenemos una frontera en la que se dan más de un millón de cruces diarios. Y esos cruces y ese comercio se traducen en empleos, en oportunidades y en prosperidad. Y tenemos que ser capaces de hablar de seguridad que es importante para los dos, que es importante para la región y que es importante para preservar este entorno de oportunidad.

También tenemos que hablar de migración, que es un tema también relevante y parte del diálogo cotidiano, es una realidad también cotidiana entre México y EU, pero con un volumen comercial como el que tenemos, con una capacidad de interacción como la que manifiestan estos números tenemos que ser capaces también de que el diálogo recoja logística, que recoja infraestructura, que recoja inversión, que recoja competitividad que hablemos de otros temas al tiempo que seguimos hablando de seguridad y migración para darle la importancia que tiene a una relación que está generando beneficios a los dos países, prosperidad a nuestros dos pueblos.

El problema de seguridad no ha dejado de existir, ¿el hecho de solamente cambiar la narrativa funciona?

No es un cambio de narrativa solamente, es tratar de asegurar que podemos hablar de muchos temas que son importantes, la seguridad lo es. Nosotros estamos comprometidos en hacer de México un país en paz y Estados Unidos quiere una frontera segura y condiciones de paz y de certeza en su frontera y para sus ciudadanos, la seguridad es parte de un diálogo cotidiano que se da con los Estados Unidos, pero no puede ser el único tema del que hablemos, tenemos que ser capaces de hablar de todos los demás elementos que nos vinculan y que hacen que la relación sea próspera, sea profunda, sea dinámica, sea importante. Todas estas bondades de la relación irán mejor en un entorno donde la seguridad sea parte de del diálogo y se parte de lo que vayamos generando como condición en beneficio de ambos, pero tenemos una variedad amplia de temas en los que podemos, y debemos, de estar hablando para sacarle provecho a una relación que ha sido dinámica y ha sido para bien.

¿El tema de seguridad estaba eclipsando los demás temas?

Yo creo que es un tema muy importante y en el que ha habido colaboración, corresponsabilidad en donde hay cosas que se han dado bien y áreas de oportunidad para mejorar, pero también debemos ser capaces de balancear esa preocupación y ese diálogo con una diálogo que permite que nuestros cruces fronterizos funcionen bien, que sean una fuerte ventaja competitiva, que nuestra frontera sea una frontera segura y que le dé una ventaja competitiva a Norteamérica. Al tiempo que hablamos de seguridad tenemos que hablar de intercambio de docentes; de mayor participación de México en Estados Unidos y de Estados Unidos en México; de las condiciones de los expatriados de Estados Unidos en México, que es la comunidad de expatriados más grande que tiene EU de nuestros migrantes allá, pocas relaciones tienen tantos y tan importantes temas y con tanto potencial de generar bienestar como los que tiene la relación bilateral y tenemos que buscar que el diálogo abarque todas esa oportunidades, insisto, en un contexto de seguridad.

¿Cree usted que en Washington haya dudas del compromiso del presidente Peña Nieto de combatir a los cárteles de las drogas?

Yo creo que el Presidente ha sido muy claro en que el compromiso con un Estado de derecho, el compromiso con un México en paz, el compromiso con un México que ataque de manera estructural el origen a la violencia debe generar plena certidumbre, no solamente en Washington sino en México de que estamos comprometidos con generar mejores condiciones de seguridad en el país.

¿Usted diría que las dudas que se manifestaron en EU sobre la nueva estrategia anticrimen de la administración Peña Nieto eran generalizadas en Washington, o solamente provenían de algunas agencias que antes tenían mucha presencia en México y que temían perder esta presencia en el país?

Yo creo que el diálogo es pleno, el interés por generar condiciones de seguridad es compartido, el ánimo de colaborar para hacerlo también es pleno y el mecanismo de coordinación es flexible para hacerle ajustes y que existe la convicción del presidente Peña para trabajar en lo interno y en lo externo para que México sea un país en paz es absolutamente clara.

¿Cuál es la diferencia entre la relación bilateral México-EU que tuvo el gobierno de Felipe Calderón con el gobierno de Obama y la que busca el gobierno de Enrique Peña Nieto con la administración Obama?

El diálogo es un proceso que se enriquece en el tiempo, es una conversación que va dando frutos y nosotros vamos a construir sobre un diálogo que se ha tenido con Estados Unidos en muchos temas y vamos a buscar construir sobre los resultados que ese dialogo trajo para ambos países, pero vamos a tratar de abarcar en el diálogo muchos temas adicionales, vamos a tratar de generar condiciones para un diálogo económico que se logre de manera sistémica y cotidiana, vamos a tratar de abrir espacios de mayor coordinación en materia educativa, en materia de innovación y de investigación, sobre todo en temas innovadores.

¿Qué se busca en lo económico?

En general darnos cuenta, en los dos lados, de que Norteamérica en su conjunto tiene potencial para ser una región muy competitiva y muy dinámica, y que hay ventajas de que veamos con ese enfoque muchos de los problemas compartidos para darles soluciones comunes; igual en transporte, que en salud, que profundizando nuestro comercio, que coordinando nuestras posturas ante mercados que ofrecen otros bloques comerciales. Pero la idea es que logremos convertir, a través del diálogo, la relación en una zona de prosperidad y de ventajas competitivas frente al mundo y entre nosotros.

El gobierno ha saludado el proyecto de ley migratoria que se presentó en el Senado de Estados Unidos, ¿hay alguna preocupación, en especial con el componente de seguridad de esta iniciativa?

Nosotros pensamos que la iniciativa es una muy buena noticia, que los elementos que la integran son adecuados, sentimos que la posibilidad de una participación más plena de los migrantes en Estados Unidos será en beneficio del migrante, pero también en beneficio de los Estados Unidos, incluso será en beneficio de una seguridad mejor compartida, el hecho de que la participación se dé a plena luz del día y no en la sombra tiene ventajas muy importantes para ambas sociedades y las tiene también para el migrante.

¿Le preocupa que pueda existir un efecto Boston que afecte el camino de la reforma migratoria?

Nosotros esperamos que no. Hemos condenado lo que sucedió en Boston y hemos ofrecido nuestras condolencias al pueblo americano por lo que ahí pasó, pero pensamos que es un hecho aislado, y creemos que ese hecho aislado no debiera contaminar las probabilidades de tener una estancia bajo una mejor definición jurídica de millones de mexicanos que contribuyen, igual que otros migrantes en Estados Unidos, de manera muy positiva.

¿Usted ha recibido algún mensaje por parte del gobierno estadounidense de que se tema un efecto Boston en el camino de la reforma?

Pensamos que no, así lo platicamos con el secretario Kerry, así lo manifestó él públicamente después de nuestro encuentro bilateral, así lo ha insistido el presidente Obama y nosotros sentimos que el entorno legislativo y el trabajo que se está haciendo en las comunidades es un trabajo conducente a que esta iniciativa tenga buen éxito.

 

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